El almeriense ensalza la labor de José Ignacio Marcos

Manolo Berenguel no concibe adulterar la competición

El entrenador de Unicaja Almería deja claro que siempre sale a ganar y así será frente a Textil Santanderina, tras intentar mantener el nivel de concentración de su plantilla: "Vamos a por los últimos tres puntos"


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Pueden estar muy tranquilos en ese aspecto en Vecindario y en Castellón, los dos emplazamientos en los que estará en juego la última plaza para la Copa del Rey y en los que se espera que Unicaja Almería haga cumplir su papel de invicto y líder. En cuanto a lo que respecta a los ahorradores, en medio de «una situación que no nos incumbe en casi nada, porque ser campeón de invierno es algo que no queda más que en una mera anécdota», ha asegurado Manolo Berenguel, se hará lo que se hace jornada tras jornada: «Yo siempre salgo a ganar, las competiciones son lo que son, y lo digo ahora y lo diré en play off o cruces, que pondré siempre sobre el campo el equipo que considere que sea mejor para vencer, así que nadie ponga en duda que voy a por los tres puntos a Cabezón de la Sal».

Como siempre sucede, y más en una cancha tan complicada, sí es cierto que está contemplada la posibilidad de derrota, y también es verdad que la semana verde ha sido más complicada por la cercanía de las vacaciones: «Será un partido muy, muy duro, sobre todo por lo que se juegan ellos, y más porque uno de los rivales que tenemos este fin de semana somos nosotros mismos; estamos muy tranquilos en la clasificación, con pase a la Copa y como cabeza de serie… sí, que nos jugamos ser campeones de invierno, pero es algo secundario, y vamos a un lugar complicado ante un rival que sabe que a lo que juega perfectamente, con las ideas muy claras, muy ordenado, y seguro que va a dar muchísima guerra».

Eso es ‘culpa’ de su entrenador, José Ignacio Marcos, al que Berenguel ensalza y del que reconoce que es difícil realizar un análisis: «No son nada fácil de estudiar sobre todo porque juegan los dos colocadores, que es un arma de doble filo, pese a que hay uno que tiene más volumen que el otro, pero es cierto que los dos son muy participativos». Se trata de Sergio Ramírez y de Daniel Herrera. En todo caso, a él se le abre ahora un dilema, ya que es del gusto de que «un equipo tiene que identificarse con un colocador, y con Víctor Viciana totalmente recuperado surge la duda al estar los dos, con Rubén Lorente, rayando a un nivel excepcional».

Volviendo a Textil, «hay mucha rotación, ahora uno juega cerca, ahora juega lejos, ahora juega este colocador, ahora juega el otro, un central, otro central,,, es difícil de estudiar, pero puede haber dos lecturas, ya que puede ser que tanta rotación se deba a no terminar de conjuntar un sexteto titular, pero ahí no me meto, sino que solo voy a que mi equipo sepa contrarrestar las armas que va a utilizar Textil sean unas o sean otras, que tenga claro contra qué equipo nos vamos a enfrentar y que sepa manejarse en un escenario muy táctico». A lo que no presta atención es al largo viaje: «Son unas 14 horas, pero estamos ya acostumbrados a eso».

No deja de ser «un punto a tener en cuenta de cara a la preparación del equipo», si bien se viaja con tiempo: «Llegamos para al día siguiente poder entrenar, que es importante, y no creo que sea una excusa como para decir que el equipo llegue mermado en caso de una derrota, no tiene nada que ver, estamos a esa dinámica y así es como lo afrontamos cada fin de semana». Lo que ha marcado algo más la diferencia es el grado de conexión: «Ha sido una pequeña lucha entre nosotros, porque vamos muy bien en la tabla, el equipo cuando juega, juega muy bien, pero al final no te juegas prácticamente nada o nada y la semana puede ir más relajada de la cuenta, lo que no debería ser así bajo ningún concepto».

Su ‘discurso’ a los jugadores y la distribución de entrenamientos han sido claros: «Les dije al inicio que quedaban pocos días, incluso hemos bajado las sesiones de entrenamiento dado alguna mañana más de descanso, pero el tiempo que vienen a entrenar hay que aprovecharlo al cien por cien y se entrena al cien por cien; muchas veces he dicho que se puede negociar la cantidad, pero la actitud no; con el tiempo que hemos dedicado y el nivel de entreno que hemos tenido, no debería haber ningún problema, pero hay que jugar». Además, pode un debe: «El problema está en que no terminamos de hacer un partido completo por una serie de cosas, por unas circunstancias o por otras, alguno sí, pero no tanto como quisiera».

El técnico ahorrador lo ha definido como «una asignatura pendiente» y ha marcado como «dentro de la normalidad» que la mente de los jugadores ya busque ir hacia una merecida desconexión. Será corta, porque una vez caminado todo lo anterior, llega el tramo determinante: «Todo el mundo quiere ir primero, ganar y no perder, pero pase lo que pase, si nosotros tenemos que afrontar la segunda vuelta siendo segundos no pasa nada, ya que podemos pinchar en Santander, o perder en pista de Teruel, que no creo que ahora mismo está nada preocupado por ir segundo ni tampoco si sigue yendo así tras jugar con nosotros, o en otra cancha de las que nos quedan complicadas, Ibiza, Vecindario, Palma… se puede perder, pero de lo que se trata es llegar de la mejor forma posible al pay off, que es lo que cuenta».

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