superliga masculina de voleibol
El plan sigue su marcha

Los ‘miniverdes’ también firman un gran año ‘de siembra’

Balance muy positivo por crecimiento en número y calidad de los jugadores y la gran progresión acumulada en todas los equipos de base ahorradores


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Cuatro técnicos, con dos ‘veteranos’ como Paco López y Miguel Trujillo, y dos perlas que se han involucrado más esta temporada, Raúl Pérez y Pablo Funes, sin olvidar el apoyo de Áxel Mondi, han sostenido el armazón de las categorías inferiores, consiguiendo sacar la mejor versión de los ‘miniverdes’. El club aplica un ‘sin prisa, pero sin pausa’, sabedor de que esta es la gran apuesta, la de la cantera, y que los grandes jugadores se cocinan ‘a fuego lento’. El balance del curso, porque en definitiva se trata de eso, de un curso, es muy positivo, algo en lo que coindice este póker de formadores. Quizá la mayor alegría, por debutar y entrar directamente en el Campeonato de Andalucía, la hayan dado desde la categoría infantil, pero Unicaja Costa de Almería aplica criterios y objetivos generales.

Paco López ha conducido precisamente a ese grupo de infantiles, así como a los cadetes además de ser segundo entrenador de los junior: “Ha sido una suerte para mí”. Pone en valor que hacía ya tiempo que no se llegaba a un CADEBA, pero sobre todo que esto no ha hecho nada más que empezar: “Los infantiles empezaron desde cero y defendieron el club a la perfección en Pizarra, si bien lo que más destaca es que es un grupo fantástico cargado de ambición y de ganas de seguir creciendo”. Respecto a los cadetes, un grupo muy nuevo, “han experimentando una gran progresión, yendo de menos a más a lo largo de la temporada, e invitan al optimismo”. Se queda con varios momentos vividos con los dos equipos, aunque ante todo con la ilusión de sus jugadores.

De hecho, López sonríe con su “Madrid-Barça, que es lo que parecía cuando los infantiles jugaron con Berja para clasificarse para el CADEBA, celebrándolo como campeones del mundo”, pero también “con jugar el primer partido federados y ganarlo, una gran y grata sorpresa”. En la derrota, lágrimas: “Es duro para ellos, pero a la vez muy bueno porque si caen sabiendo que podían ganar significa que nunca se van a rendir”. Muy atentos en las charlas, concentrados, el buen ambiente y comportamiento han sido la tónica general también en los cadetes: “El mejor momento es cuando en un partido te sale todo lo que has entrenado, porque es cuando ven la luz de cómo se juega a este deporte”. Así, no le cabe la menor duda, “pongo la mano en el fuego por ellos”, asegura, de que lo mejor está por venir: “No me extrañaría que alguno de estos jugadores llegue al primer equipo”.

Visita del presidente Antonio Rodríguez como fin de temporada

En cuanto a Miguel Trujillo, del juvenil y el junior, reconoce “sentimientos encontrados”, por un lado “contento con la evolución tan grande de los equipos”, pero por otro lado “los resultados no nos han terminado de acompañar, a pesar del buen papel en el CADEBA con el equipo junior”. Tiene claro que se queda con eso precisamente, “con la enorme evolución de los chicos, de los que llevan con nosotros varios años y de los principiantes”, y de modo particular su momento es “el gran partido en el CADEBA contra el equipo de Pizarra, en el que a pesar de caer derrotados 3-1 competimos a un nivel increíble”. En cuanto al equipo juvenil, su satisfacción es “ver cómo los más ‘veteranos’ han dado un paso al frente y cómo los chicos nuevos se han llegado a adaptar de manera magnífica”.

Aplica tamién el ‘poco a poco, pero sin pausa”, un Trujillo que ya se centra en la próxima temporada: “Se presenta con muchos retos y mucho trabajo por delante, pero con unas expectativas muy grandes”. Para él, “es un orgullo pertenecer a un club con tanta historia y repercusión en este país” y “también supone un reto muy grande, puesto que queremos volver a llevar al club a lo más alto del deporte base, y es algo que se debe hacer a largo plazo”. Es “un enorme desafío, dada la reconstrucción que llevamos manteniendo estos últimos años, pero es muy emocionante y satisfactorio poder formar parte del proceso y ver cómo poco a poco se van consiguiendo los objetivos”. Coincide con Paco López, para el que la apuesta es firme: “Una presión y una oportunidad, porque el vóley es mi pasión”.

Raúl Pérez, cuya ayuda ya viene de atrás, ha cogido su sitio: “Ha sido una temporada de maduración para las categorías inferiores, ya que muchos que se han sumado venían de otros deportes o incluso no habían hecho ejercicio nunca”. Esto es “un filón de oro, puesto que aunque hay que empezar desde el principio y darles todas las correcciones técnicas de un deporte tan amplio como el voleibol, puedes moldearlos desde cero para crear ya no un buen jugador, sino realmente una persona capaz de respetar y disfrutar el vóley”. Se queda con que se ha creado “una pequeña familia con mucho potencial para el futuro”. De hecho, la clave es el día a día, “que ilusionados pregunten qué vamos a entrenar hoy”.

En relación a Pablo Funes, canterano que se ha consagrado a la cantera como técnico, tiene un balance positivo, toda vez la gran cantidad de niños que se han captado para este deporte y que no lo conocían de cerca antes: “Esta temporada al fin y al cabo les ha servido sobre todo para entender cómo es el voleibol y poder empezar a disfrutar de él, y por mi parte les he intentado aportar todo lo que sé, pero ellos también me han aportado mucho a mí para mejorar como entrenador. Ha sido un curso de muchísimos “pequeños momentos que se vivían durante las charlas antes y después de los partidos, en las que se veía una gran unión como equipo, y en juego, con una gran conexión entre todos. y esto es lo que hace grande a este deporte” junto con un ejemplo dado por Unicaja y Berja.

Antes de jugarse entre ambos la plaza para el CADEBA, “los niños de nuestro equipo comenzaron a jugar y a tocar con los rivales, a pasárselo en grande, quitándose la tensión de los momentos antes del partido decisivo; no podemos olvidar que al final son niños y también deben vivir estos momentos de compañerismo y amistad con los rivales, ya que es una de las cosas más importantes en estas categorías, que disfruten lo máximo posible con el voleibol y su gente”. Raúl Pérez centra el objetivo de “más jóvenes promesas para crear una base estable que vaya fortaleciéndose a lo largo de los años y de las diferentes categorías, por qué no, sumar títulos con estos pequeños campeones ya no solo en vóley masculino, sino también en femenino”.