Scout, diseñador y todo lo que necesite el equipo

La encarnación de hombre de club sigue fiel a su destino

Guille Carmona continúa en Unicaja sin recordar su vida fuera, siendo portador de la historia verde y con la ambición intacta: “Yo siempre voy a por los títulos para llevar el nombre de Almería a lo más alto posible”


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‘El Topo’ Fernández le dio ‘vidilla’ a un niño curioso e inteligente que se le pegaba con el único afán de aprender lo máximo posible, sin saber por aquel entonces lo que latía en el fondo de los ojos de Guille. Ese niño había nacido predestinado: su primer llanto sonó el mismo 1989 del histórico ascenso de Unicaja al máximo nivel. El tiempo ha demostrado que no fue una casualidad, en parte porque no tardó en comprender Federico Fernández Mentaberry que su ‘alumno’ era un superdotado para el voleibol. De apellido Carmona, a su padre le debe la otra porción de lo que ha sido la paleta de colores con la que ha dibujado su vida, ya que desde 1998 no se ha separado, ni lo hará jamás, de un deporte del que se confiesa “enamorado”.

En 2005 franqueó por primera vez la puerta de la oficina del club, en 2006 un tal Enrique de Haro que sabía de todo le hizo despegar con el ‘data’ y desde 2011 ya no existen las horas libres tras el “gusanillo” alimentado por ‘El Topo’, que le sigue resolviendo dudas “con una gran sonrisa y con amabilidad”. Guillermo Carmona, de segundo apellido Almécija, renueva como scout –y como lo que haga falta- sin saber dejar las cosas a medias ni tampoco olvidar a sus referentes en una historia que se sabe ‘de pe a pa’: “Berenguel, no por lo que va a suponer desde ahora sino por lo que ha sido y ha conseguido, Salvador, Carreño, Matheus… históricos con los que he crecido mamando voleibol y que me han hecho enamorarme de él”.

Son nombres “emblemáticos para todo el que le guste este deporte y que se ha tenido la suerte de vivirlos en Almería”, con imágenes imborrables en la cabeza de un ‘hombre para todo’ que sigue en el club de su vida, del que no se ha perdido ni un partido y por el que ha luchado mucho: “Poco recuerdo mi vida sin estar ligado a Unicaja Almería y solo puedo dar gracias a Ramón Sedeño y al club en general por darme la oportunidad de estar en el mejor de España”. Aplicando realismo, sí se imagina fuera del verde si se da el caso: “Aquí siempre se ha dicho que nadie es imprescindible, importantes todos, pero imprescindible ninguno; habrá un día en el que tengamos que llevar diferentes caminos y será muy extraño”.

No es un deseo, “dios quiera que tarde mucho ese día por lo bien que estoy tanto en la ciudad, que es mi casa, como en el club, que para mí lo es todo”, reconoce, y luce humildad: “Vendrán personas mejores, más capacitadas, y que seguro que lucharán tanto por este club como lo hago yo”. Eso por ahora ni se contempla y sí se tiene fijado el objetivo de ganar títulos: “Siempre, cada año; lo correcto es lo de llegar a las finales y es un gran logro hacerlo, pero yo, tenga el equipo que tenga, voy a luchar por lo máximo, por conseguir todos los títulos, ya que es el carácter de este club, el que siempre se ha llevado desde que nació, representar a Almería y llevarla a lo más alto”. El plantel que se ha formado permite esa ambición.

A Carmona le corresponde trabajar codo a codo con Ramón Sedeño para darle la forma definitiva a esa plantilla, con las ideas muy claras: “Se ha buscado calidad, la profesional y la personal, porque uno de los factores importantes, ya lo hemos podido vivir el año del triplete y queremos que este año vuelva ese factor, es el de la amistad, el de conjunto, que la palabra ‘equipo’ sea un referente dentro y fuera de la pista”. Además, ‘el gen de lo local’: “Es una suerte que Almería sea ciudad de voleibol, y gracias a ello han salido grandes jugadores, incluso han salido fuera y se han venido aquí para quedarse muchos años, y hemos podido reunir esas piezas que tienen tan presente a Almería en sus corazones y ser una gran familia”.

Agradece a los jugadores que ante el dinero ha predominado “su afán por estar en una gran ciudad y un gran club”. Pero hay una ‘cara B’, la de los descartes: “Es muy duro el momento en el que tienes que conformar una nueva plantilla y decidir qué jugadores son los que continúan y los que no, porque además yo tengo la mala suerte entre comillas de tener que tomar esas decisiones junto al presidente y encima comunicárselo a ellos”. Los lazos son estrechos y hacen más amargo el trago: “Convivo con los jugadores en el día a día durante ocho intensos meses e incluso hay quienes no son jugadores para mí, son familia, pero tengo la suerte de que me consideran su amigo y tanto ellos como yo sabemos diferenciar”.

A por todas

Respecto a Manolo Berenguel, ‘all in’: “Voy a apostar todo no solo porque va a ser el entrenador de mi equipo, lo he hecho con Piero durante tantísimos años, sino por lo personal; no puedo decir nada malo de él, para mí lo es todo, es compañero y grandísimo amigo”. Han acumulado experiencias comunes: “Desde que entré en el equipo he tenido la gran suerte de compartirlo con él, y son muchas horas en las que hemos trabajado juntos; por supuesto que voy a muerte con él”. En el hilo, mención especial a Molducci: “He aprendido un voleibol totalmente diferente con él, he madurado mucho como persona y como profesional gracias a él, y le deseo la mayor de la suerte en Ibiza, pero seguro que le va a ir genial porque es un gran entrenador y una gran persona, para mí como un padre”.

Respecto precisamente a la Superliga, “parece que iba a tener algo más de nivel, más diversidad de equipos, pero estamos a expensas de saber fichajes, ya que el mercado nacional se ha repartido entre muy pocos”. Su pronóstico es que “a priori puede haber cuatro o cinco que puedan estar arriba, como Ibiza, que dará mucha guerra sobre todo en Es Viver, pabellón duro con la afición que impone mucho y que aprieta bastante, el clásico de Soria, que da gusto jugar en su pabellón con una afición excelente, de la mano de Sevillano, que sabe sacar lo máximo de sus jugadores transmitiéndoles lo mismo él ha vivido, Mallorca vamos a ver, porque es incógnita pero el factor bueno es su afición, de las mejores de España, Melilla, si sabe sacar partido a esos extranjeros…”. Estas son las alternativas.

Hablando de aficiones, la de Unicaja Almería tiene en su mano hacer algo grande: “Tiene que apoyarnos sí o sí, lo lleva haciendo los dos últimos años, estamos muy contentos porque está respondiendo bastante bien, se está involucrando, se está viendo identificada, pero este año más excusas no puede haber con cinco de la tierra más el cuerpo técnico al completo almeriense, el resto de jugadores que son de fuera pero como si fueran de la casa, como Almansa o Borja… se tienen que sentir más identificados, y familiares y amigos tienen que venir”. Además, “el club que está haciendo lo máximo, llevando espectáculo y precios simbólicos en los abonos de incluso menos de un euro por partido”.

El sueño común es el de ganar títulos, reconociendo Guille Carmona que sin la afición “no somos nadie”, mensaje que tiene una lectura más profunda dicho por un personaje que le dedica “24 horas y más” a pensar en el club: “Muchas veces tengo que obligarme a pensar en otra cosa porque me involucro demasiado y me afecta mucho”. Su ordenador, por su misión principal de scout, es un tesoro, pero, en su línea, le resta importancia: “No tengo la clave de ‘así se gana el partido o un campeonato’; hago mi trabajo, recolectar información y analizar todo lo máximo, pero esa información no sirve de nada sin un entrenador que sepa utilizarla y sin unos jugadores que sepan atender al cuerpo técnico para ejecutarla en la pista”.