Trabajo para que la plantilla se sienta fuerte

El mariscal De Haro supervisa el trabajo de musculación

El histórico preparador físico de Unicaja Almería está muy satisfecho del tándem formado con Braulio Moreno esta temporada y fija como el último objetivo vivir la que sería su vigésimo primera final de Superliga


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Si hace un mes vivió su décimo octava final de la Copa del Rey, en algo menos de otro mes puede romper lo ‘redondez’ de la cifra de finales de Superliga que ahora luce, ya que iría a la vigésimo primera. Son tantas como las totales que lleva el club ahorrador, en una última racha de once consecutivas, la última y la primera de esa serie precisamente ante clubes de Palma, Ca’n Ventura y CV Portol. Eso no se repetirá esta vez, puesto que ante los palmesanos, con el nuevo nombre de Urbia Voley Palma, tocan las semifinales. Enrique de Haro, junto a Braulio Moreno como mano derecha, ultima la preparación física de la plantilla de Unicaja con la misma ilusión de cuando allá por 1993 los verdes se colaron en la primera.

Mañana de trabajo en el Moisés Ruiz, semana dos de mayor carga en el gimnasio y el ‘mariscal’ supervisando: “El final de la fase regular nos ha permitido adelantar un poco la preparación de cara a los play off, al estar ya decidida la clasificación, y la semana pasada y esta se va a cargar un poco más; es cierto que el trabajo es a largo plazo, así que realmente esto es la última puesta a punto de cara a la pelea por el título”. Ve al equipo “bien”, pero quiere test de acción: “Siempre gusta ver a los jugadores en competición, porque cuando se entrena a este nivel, más allá de la preparación física, si no lo puedes demostrar en el campo se hace duro; que estén participando la mayoría de jugadores en la última fase hace ser optimista”.

Enrique de Haro, por experiencia, sabe que “van a hacer falta todos al final”, y se detiene en Israel Rodríguez: “Primero yo me alegro por él, porque solo él sabe el esfuerzo que ha hecho por estar aquí; no es fácil una lesión tan larga y es casi más trabajo mental y físico; para el equipo tener a Israel va a ser un efecto propio pero también para los rivales, que saben que tiene que estar pendientes de uno más”. El preparador físico sabe de las condiciones innatas del sevillano: “No se va a descubrir nada nuevo, y por eso insisto en que es más un tema mental, porque si él tiene la cabeza bien, el físico le va a responder, y ya es un atacante que une la potencia que ha tenido siempre a la experiencia de jugar a un alto nivel”.

La trayectoria en las mejores ligas del receptor “va a salir y es muy importante en un play off”, en la lectura que hace un De Haro que está en la línea del club: “Estar en la final es importante, luego hay que ganarlas, pero echo la vista atrás y cuando llegas a las primeras siempre dices que son para ganarlas, pero cuando llevas mucho tiempo te das cuenta de que a veces se pierde, pero se ve que el que ha estado ahí casi siempre ha sido Unicaja; eso a largo plazo, las que no has ganado, cuando llevas muchas para un club es muy importante, porque dice mucho de la historia del club”. Desde esa perspectiva, y con un porcentaje de algo más de la mitad vencidas, “es casi como una moneda que lanzas”.

El éxito de este año lo comparte con Braulio Morena, preparador físico que por los motivos personales que ha vivido esta temporada, él mismo propuso: “Para mí ha sido fundamental poder incorporar una persona más a la parte física, no solo por su presencia aquí sino por lo que aporta de experiencia mezclada con juventud y con reciclaje”. En ese sentido, lo tiene claro: “Cuatro ojos ven siempre más que dos y él ha aportado mucho al grupo”. No todo está inventado en la preparación física, “se va cambiando continuamente”, si bien “la gran innovación es adaptarte al grupo, saber manejar las características del grupo, a la situación de competición con dinámica de derrotas y victorias… saber adaptarse es fundamental”.

Es el consejo del sabio: “Con lo que tienes y también con lo que conoces, pues adaptarlo al momento en el que te encuentras”. Esta temporada ha habido opción de contar con tres semanas en una planificación en la que el tiempo es oro: “Está claro que durante la competición, mientras que te estás jugando puestos en la tabla clasificatoria, siempre tienes la prudencia o el querer estar bien ese fin de semana, mientras que ahora nosotros hemos ‘hipotecado’ un poco el rendimiento del fin de semana pensando más en el medio plazo, entonces sí te permite variar pesos, cargas ejercicios, para que esos posibles efectos negativos que puedas tener se compensen al no tener que competir”.

Ahora solo resta culminar la preparación y salvaguardar a la plantilla de posibles lesiones inoportunas, claro está, la que puedan verse controladas: “Eso siempre se cuida, ya que cuando decimos ‘arriesgar un poco más’ es con una serie de parámetros de seguridad, de prevención, y quizá el trabajo que hacemos es eso, evitar la lesión por la sobrecarga que van a tener, que no solo se hace por la mejora del rendimiento, de un partido a otro, o dentro del mismo partido, y gran parte de la labor es evitar los daños”. Enrique de Haro, además, se define por el buen entendimiento que tiene con los jugadores, los cuales, junto a Molducci, le dan toda la confianza para sentirse poderosos en los momentos importantes.