La rivalidad entre las dos ciudades, que transita hacia su cuarta década al máximo nivel del voleibol español, en encuentra en una nueva época en la que los sorianos confirman que han vuelto definitivamente a por los títulos
Nadie quedará indiferente, eso seguro. En ninguna época de todas por las que ha pasado este duelo, ha ocurrido. Siempre ha habido pasión y espectáculo en los enfrentamientos que han medido a almerienses y sorianos, haya sido la que haya sido en cada momento la denominación del equipo representativo de la capital castellana. En los inicios, el Caja Soria San José, en la actualidad, el Río Duero Soria, y de por medio algunas más para la conquista de varios títulos. El actual club está en una clarísima progresión desde hace tres temporadas, sabiendo dejar atrás un periodo en el que no ha tenido opciones de dar más amplitud a su palmarés. Eso se ha acabado y con Toribio es firme candidato a todo.
Hasta ahí, lo esperado, ya que una ciudad de la tradición de Soria tiene capacidad y un bagaje para encaramarse de nuevo a los puestos más altos. Lo extraño esta temporada lo pone la octava plaza de Unicaja Costa de Almería a estas alturas de campeonato. El que ha sido ‘dueño’ de las finales, presente en prácticamente todas ellas desde hace una ‘eternidad’, medido el tiempo en ‘parámetros voleibolísticos’, no consigue trasladar hasta la competición el buen trabajo desarrollado en los entrenamientos. Es cuestión de cabeza y este sábado se miden dos estados de ánimo diametralmente opuestos. Por ello, y más jugándose en el Moisés Ruiz, el inconveniente se hace oportunidad, una ocasión de oro.
Río Duero Soria llega al templo ahorrador en la tercera plaza, empatado con el segundo, si bien Melilla Sport Capital tiene un partido menos jugado. En todo caso, finalizó segundo la primera vuelta, algo que unido a la mala marcha de Unicaja Costa de Almería, séptimo, significa que ambos se verán las caras en el cuarto de final de la próxima Copa del Rey, que organiza en Los Pajaritos el club soriano. Si hay tentación de hablar de ensayo para ese duelo, mejor es no plantearlo, porque es muy probable que nada tengan que ver este partido con la eliminatoria a vida o muerte de dentro de un mes y una semana. Al menos por la parte verde, la urgencia es sumar en Superliga y en autoconvencimiento.
Los de Toribio, ya lo dijo durante la semana Andrés Portero, juegan valiente y disfrutan a cada salto sobre la pista, mientras que los de Berenguel están metidos en una pelea muy dura consigo mismos, capaces de lo mejor, pero presa de unos apagones que les cuestan derrotas. Así fue en la primera vuelta, derrota por 3-1 cuando se había nivelado 1-1 y se marchaba firme para el 1-2. Salió el capitán Salvador, valga el juego de palabras, y cayó a mínimos el rendimiento de Unicaja Costa de Almería. Paradójicamente, el cambio llegó porque se había controlado muy bien a la estrella soriana, el puertorriqueño Vargas, pieza clave en la excelente marcha que lleva describiendo el equipo desde el inicio.
El técnico celeste tiene un equipo de gala muy bien definido, que además va acompañado perfectamente con un grupo de menos habituales muy enchufados en el proyecto. Si el receptor de Puerto Rico es muy destacado, la mayor alegría la pone Lucas Lorente, toda una confirmación que ilusiona al voleibol español. El jovencísimo colocador, que hasta el mes de abril no cumplirá los 22 años, lleva la batuta con maestría impropia de su edad y hace que la apuesta por él sea ganadora. Situadas esas dos piezas, siempre cumple al más máximo nivel el murciano Pepe Villalba, un seguro de vida pese a su también corta edad, y se ha fichado al complemento perfecto en ataque, el opuesto Juan Pablo Moreno.
El colombiano, poderoso también en saque, llega procedente de Boiro y está en estado de gracia, como también están rayando a muy alto nivel los centrales Mario Junior, ya de la casa, brasileño, y el fichaje Joan Domenech, de 21 años y procedente de Barça. Así, el ‘veterano’ es Alejandro San Martín, el líbero madrileño, en medio de un equipo en pista de 21, 21, 22, 24 y 25 años, más sus 28 y con los 34 de Mario como ‘anécdota’ de edad. En el banquillo, muy parecido, hay dos ilustres veteranos, como son Manu Salvador, que es el eterno capitán, receptor, y el colocador Jaime Pérez, junto a un ‘ejército’ de jóvenes talentosos, uno por posición, el opuesto Pyvovarenko, el receptor Belda, el líbero Jiménez y el central Tenorio, con 19 años y dos metros y nueve centímetros de altura.
Hasta ahora Río Duero Soria ha ganado diez partidos y ha perdido tres, pero solo contra dos rivales. Y es que los de Toribio ya han jugado dos veces contra el líder Guaguas, un 1-3 en la primera jornada del campeonato y un 3-1 en la primera de la segunda vuelta, el último de 2022. El otro que ha logrado tumbar a los sorianos ha sido Melilla, un 1-3 en la jornada seis. Soria solo ha llegado una vez al desempate y lo sacó adelante para lograr un 2-3 frente a Léleman Conqueridor Valencia. Por lo tanto, es un rival muy duro, mucho más fuerte que en los últimos tiempos y que amenaza con romper su racha en el Moisés Ruiz. Al 3 de noviembre de 2012 hay que remontarse para ver su última victoria aquí.
En cuanto a Unicaja Costa de Almería, toda la euforia de un ‘nuevo comienzo’ se esfumó en los sets dos y tres de Valencia. En el primero se tuvo un 22-24, un 23-24 y un 24-25 para no poder cerrar. Después, apagón y vuelta prácticamente a las mismas sensaciones que en pretemporada. Se ha pasado una semana complicada en lo anímico, pero tirando con todo en pista, y se espera que, de una vez por todas, se corte el filo hilo entre el todo y la nada. Por cierto, el duelo tiene tintes ‘fratricidas’: los hermanos Ruiz frente a frente.
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