Sin Amado y Ferrera, con sus respectivas selecciones, y Baranov, que llegará en breve, el resto del plantel es recibido por el presidente, está a disposición del cuerpo técnico y pasa por las manos del staff médico
“Aquella pretemporada sobre todo corríamos, sin nada que ver con lo que se hace hoy día, claro; correr y correr por ‘la boca del río’ con Moisés yendo el primero y en el Colegio Azcona unas pesas que había fabricado él mismo Antonio Orta”. Misma cara de ilusión de Manolo Berenguel exactamente 30 años después, entonces con el papel de jugador que se disponía a debutar en División de Honor y este lunes 19 de agosto como primer entrenador del Club Voleibol Unicaja Costa de Almería. Es el vivo reflejo de la evolución de este deporte, materializada en una entidad que ha ayudado a elevar el nivel nacional, que ha gestado a grandes jugadores y que de cara a la temporada 2019-2020 le espera un reencuentro muy esperado. Se ha dado inicio al trabajo de cara a la trigésimo primera participación en Superliga, así como a la vigésimo tercera en competición europea. Desde el inicio, a por todas.
La pretemporada ya está aquí, antes que nunca respecto a los pasados años, y el plantel de jugadores ha agradecido el “regreso a la rutina” tras las vacaciones. No han sido totales para ninguno, puesto que todos han regresado en un gran estado físico, denotando que se han cuidado de excesos en el periodo veraniego. De eso se ha tratado en las primeras horas con común, de saludar a los amigos y a la vez compañeros, contarse anécdotas y pasar por las manos del staff médico una vez que el míster ha realizado su primera charla del curso. Han estado ausentes de la bienvenida tres jugadores, Mario Ferrera y Nick Amado, por estar con la selección española y la norteamericana respectivamente, más Dimitri Baranov, ultimando las cuestiones de documentación. Los demás han rotado por un circuito de primeras mediciones y toma de datos, a cargo de los doctores García, del fisioterapeuta Jorge Soriano y del preparado físico Enrique de Haro, todo ello bajo la supervisión del citado Berenguel y de Guille Carmona, segundo entrenador.
Dándoles la bienvenida ha estado el presidente Ramón Sedeño, para el que esta temporada de nuevo se cumple una máxima, la de evolucionar dentro del modelo: “Todos los años se inicia con mucha ilusión porque nunca es lo mismo; el anterior teníamos un corte de equipo distinto, este año es otro, con perspectivas y formas de ser distintas, y eso te hace renovar las expectativas, pero lógicamente hay que valorar que esta temporada tenemos ese aliciente especial de Europa gracias a la Diputación de Almería”. En cuanto a la formación de la plantilla ha sido rotundo: “A mí me parece que tenemos los mejores de la liga; si no, no los habríamos fichado; hay una parte de gente joven con mucha proyección y otros jugadores que ya son conocidos por todo el mundo, con referencias en ataque importantes para ganar la liga; otra cosa es lo que después llegue, ya que nuestro objetivo es, como siempre decimos, jugar las finales, y lo que se gane es el premio a un mayor esfuerzo”.
Sedeño ha incidido en que “en los últimos seis años hemos hecho un cambio total y absoluto en el modelo de club”. Esto se ve constatado con el regreso a Unicaja de varios hombres de reciente pasado ahorrador: “Queríamos consolidar un club de garantías, respetado, y cuando te encuentras que los jugadores quieren venir a Almería, los que antes han estado y los que nunca lo han hecho, es señal de que las referencias que tienen son positivas que se reafirman cuando llamas a los que han pasado por aquí en temporadas anteriores y automáticamente dicen que sí”. En ese sentido no le cabe duda de que “se está haciendo bien deportivamente y en cuanto a las relaciones humanas con los jugadores, y ese es el objetivo, seguir profundizando en ello, que se sientan realizados, como con la incorporación de la nutricionista el año pasado o la llegada esta temporada de un psicólogo”. Sin más, “esto no consiste en tener un mejor jugador, sino que todos estén bien”.
De la afición espera que siga creciendo: “El año pasado fue muy bueno y hay que agradecérselo, doblando el número de abonados, y este año tenemos el aliciente de Europa con el que esperamos dar otro tirón, porque si el pabellón está como la temporada pasada, muy difícilmente se nos van a ir los partidos”. Agradecido a la Diputación por brindar la oportunidad del regreso europeo, “más que lo económico es el valor de su apoyo, que vea al club como un escaparate”, el presidente no se ha olvidado de Unicaja Banco y Fundación Uncaja: “30 años en la Superliga con nosotros más el esfuerzo previo hasta el ascenso desde 1986”. Ese momento que Manolo Berenguel protagonizó en primera persona tiene su continuidad en cumplir ahora 30 años desde que el equipo echó a andar hacia la División de Honor, allá por 1989. El técnico lo ha ‘celebrado’ “metiendo presión desde el principio”.
Unicaja 2019-2020 enciende motores rememorando la ilusión de hace 30 años y apuntando a la SupercopaY es que el nijareño ha subrayado en sus primeras palabras que “el club ha hecho una plantilla muy competitiva, un equipo que opta a todo”, así que “desde el inicio el primer objetivo que hay es la Supercopa, que está a la vuelta de al esquina”. De hecho, ha sido directo: “Este año la quiero tener, sigue siendo punto de referencia, pero es cierto que nos merecemos empezar una temporada con un título”. Hay un motivo para incidir en ello: “La temporada pasada fue positiva, pero acabó con mal sabor de boca, sin excusas pese a las bajas, y quiero retomarlo cuanto antes para borrarlo”. Luego se irá paso a paso, pero se quiere la octava de manera rotunda y eso será con el plantel, que tiene el mono de trabajo puesto: “Es una plantilla muy equilibrada, menos extensa que el año pasado, pero sí más poderosa, llamémoslo así, con referencias en ataque, jugadores jóvenes que van a dar mucho de lo que hablar y tengo muy buenas sensaciones sin haber empezado a entrenar”.
La mirada en los rivales, en una Superliga muy abierta, deja cuestiones por saber: “Creo que a Teruel se le ha acabado una era respecto a jugadores que ha tenido los años anteriores, tiene que volver a empezar, pero eso no significa que tenga que ser peor, sino que puede que sea mejor, eso nunca se sabe, y hablamos de él porque lo tenemos en el punto de mira por la Supercopa, y después habrá otros de los que se puede esperar mucho; hasta nosotros tenemos incorporaciones, hay que ensamblar todo y hacerlo funcionar, ese es mi reto y la misión que he puesto a los chicos, jugar cada vez más ordenados y con la plantilla que hay se puede optar a todo”. La ilusión no solo llega ‘vía Europa’, en donde sí evidentemente “se va a intentar llegar lo más lejos posible, si bien es inevitable ver las eliminatorias y comprobar que un hipotético cuarto de final sería contra un súper equipo como es Milán”. Gran parte del éxito está en manos del público: “Que la gente se vaya ya subiendo al carro, que es importantísimo para nosotros; hago llamamiento porque los vamos a necesitar y con trabajo llegarán los éxitos”.