superliga masculina de voleibol
Descanso activo

El cuerpo técnico ordena cargar pilas y no descargarlas

El balance de la primera vuelta a cargo de los cinco integrantes que el Club Voleibol Unicaja Almería tiene en la parcela de dirección para su primer equipo es muy bueno, pero solo una base para llegar a la cima


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Durante las semanas atrás se ha venido destacando como una de las claves de la buena marcha ahorradora el buen ambiente en el grupo, pero es el momento de dar la relevancia que tiene al hecho de que el cuerpo técnico de Unicaja Almería es, sin más, una auténtica familia. Con Manolo Berenguel en la cúspide, pero en un codo a codo diario con Guille Carmona y ‘haciendo carne’ a Enrique de Haro en el gimnasio también día a día, se produce una fusión natural con el cuerpo médico gracias a la involucración en otras facetas del fisioterapeuta Jorge Soriano, como a la vigilancia estrecha del doctor José García. Son cinco mentes que en cuerpo y alma se dedican a la preparación de un plantel llamado a ganar títulos.

Nada se deja al hacer, y no iba a ser menos el descanso en unas fechas que por lo de ‘señaladas’ no llegan exentas de trabajo. Cada jugador ha pasado a estado de ‘reposo activo’, olvidando el voleibol pero no el físico: «Le pido a mis jugadores que se lo pasen muy bien, que disfruten de la familia, que salgan y estén con sus amigos… todo eso, pero que cumplan con su preparación específica en descanso activo, porque yo puedo ser exigente, pero al final lo que marca la diferencia es la autoexigencia, y deben volver preparados de cara a afrontar no solo los primeros partidos, sino los primeros entrenamientos, que ya aseguro que vienen duros para soltar los excesos que puedan cometerse estos días».

Es la orden de Manolo Berenguel, que reconoce sí que «todos se han ganado este descanso» pero que sabe que «todos piensan a lo que se dedican y lo tienen muy presente en la alimentación, porque se trata de cargar pilas y no de descargarlas, de olvidar el voleibol por unos días, cosa que viene bien para desconectar, pero el físico no se puede olvidar, ya que eso pasa factura y lo van a pasar muy mal en los entrenamientos». Por tanto, sobra decir que «esto no es como empieza, sino como acaba, si bien es cierto que se va por buen camino», por lo que habrá que continuarlo tal y como está marcado en perfecto acople con todos los integrantes del cuerpo técnico, uno a uno, cada cual con su importancia.

En ese sentido, Berenguel destaca la unión del grupo de trabajo y la gran química con todos: «A Guille Carmona lo conozco hace mil años, sé cómo trabaja y yo le pido cosas diferentes, al venir con otras ideas de otros técnicos con las que me ido enriqueciendo, y lo que sea lo tengo todo al momento, siendo un ‘lujazo’ tener al mejor estadístico que hay en España, cuya forma de trabajar da tranquilidad y una máxima fiabilidad de la información; a Enrique de Haro lo conozco hace mil y un años, y de su aportación, a los hechos me remito, lesiones ni una, los jugadores están fuertes… yo me adapto a la oferta que me pone encima de la mesa desde la distancia; y Jorge Soriano supone la suerte de contar con un fisioterapeuta que ha sido jugador de voleibol, campeón de Europa universitario conmigo».

Por todo ello está «encantado» con quienes le rodean en un momento fantástico de su vida profesional: «Estoy haciendo lo que me gusta, en mi casa, sin tener que separarme de mi familia, en en el mejor club de España para mí, y sobre todo con muchas ganas de seguir trabajando creciendo». Su «espinita», el modo de perder la Supercopa, incluso más que la propia derrota: «Me esperaba mucho más, porque hay formas y formas de perder; no tuvimos la preparación suficiente pero sí que nos supimos rehacer rápido, y ahora mismo estoy encantado porque todo lo que he pedido al club me lo ha concedido, sabiendo que no hemos conseguido nada, que llevamos una primera vuelta muy buena, pero que no sabemos si va a ser suficiente; Teruel lleva uno de uno y en los otros dos está ahí».

En cuanto a Guille Carmona, su balance, quizá por deformación profesional de un día tras día pegado a los números absolutos y relativos, la valoración está clara: «Mirando la clasificación podemos estar contentos, líderes e invictos, y ello porque se está trabajando bien, mejorando mucho desde la pretemporada, y no se puede pedir más». Es cierto que su capacidad le permite sumar otras variables a la suma de elementos que arrojan el resultado final, como la parte emocional: «Ya lo dije al principio; se transmite una dinámica propia de un gran grupo, un gran ambiente, y los chicos a nivel personal, también deportivo, están logrando trabajar muy bien, que en el trabajo diario haya un buen ambiente a la vez que se vive una lucha muy intensa, y eso hace que todo el mundo mejore, que el equipo rinda mucho más».

A ojos vista está que se está trabajando duro con un ingrediente indispensable al que Carmona da una enorme trascendencia: «El respeto que hay entre todos, que no es fácil de conseguir por el alto nivel que tienen todos, hacia los compañeros a pesar de que unos juegan y otros no, pero ese ambiente es de ayudarse los unos a los otros». Por supuesto que hubiese gustado ganar la Supercopa, pero no fue posible: «Solo cabe felicitar a Teruel por su hacer en el partido, pero también por el año que lleva con ese mismo equipo salvo un cambio forzado, y eso hace que se noten los detalles». El equipo que se ha confeccionado sabe que «el club nos pide finales, y para eso se hace, y si ganan los títulos, mejor, sobre todo tras dos años, tenemos muchas ganas, parece que hay mejor equipo y mayor ilusión».

Con respecto a compartir con Berenguel la dirección del bloque, «un orgullo verle, poder estar junto a uno de mis ídolos de infancia, porque quien conoce al voleibol conoce a Manolo, y que me enseñe más de lo que sé de este deporte, porque comparado con él no sé nada, es aprender cada día una forma diferente de ver el voleibol, y saber adaptarme a los nuevos tiempos de este deporte», asegura y lo reafirma con un «lo bueno que tiene es que nos conocemos hace muchos años». Y no solo al míster, sino a los demás: «Soriano, a pesar de llevar pocos años en la estructura técnica del club lleva toda la vida como jugador, se ha formado aquí y es una familia lo que tenemos, viajando, conviviendo, pasando más tiempo entre nosotros que con nuestras familias, y lo hacemos con ganas, lo que se traslada a la pista». Con De Haro hay «un permanente contacto con estudios que él analiza».

Carmona confiesa, no obstante, que necesita vacaciones: «Son seis partidos a la semana -dice en tono jocoso-, y los chicos han trabajado duro, empezando fuerte en la pretemporada con carga física muy importante, han pasado los entrenos y los partidos y la desconexión hace falta para despejarse mentalmente y estar con más ganas para la dura segunda vuelta que espera, porque viene una Copa del Rey que va a ser intensa, el primer partido contra Teruel, y todos los demás rivales directos serán fuera de casa». Su predisposición es siempre la mejor, sea lo que sea lo que toque: «Siempre me adapto a lo que me pide el club, sea a lo que sea, porque si no sé, voy a tratar de aprenderlo, y lo de segundo entrenador ya lo hice con Piero, repito con Manolo, y me adapto a lo específico que él me pide».

Toda una institución es Enrique de Haro, ‘poli bueno’ y ‘poli malo’ para la plantilla: «La verdad es que las vacaciones son cortas y si se producen excesos hay tiempo para recuperarlos, aunque las consignas han sido similares a las de cualquier fin de semana, sabiendo que si se comenten los excesos y van acompañados de una liberación de la mente será bienvenido». El maestro de la preparación física lleva toda la vida en Unicaja Almería, actor de todos los títulos ahorradores, pero esta vez nota algo distinto: «No llevamos mucho tiempo, pero el poco que llevamos nos está dando la razón en que Manolo ha llegado en un momento de madurez, lo que aúna con la ilusión del jugador que fue y que dio todo por este equipo, lo que nos ha contagiado a todos, que nos vemos inyectados de ese dinamismo».

El balance es «obviamente positivo por los resultados, pero sobre todo luego por las pruebas objetivas, mediante las que se puede ver que el grupo está creciendo no solo en lo físico sino en lo humano, que al fin y al cabo es lo más importante». Con toda la experiencia ya acumulada reconoce que «es cierto que ir primeros es anecdótico», pero es de la opinión de que «es muy importante de cara al final de la temporada ir construyendo una base sólida para los títulos que vengan, porque al final en los momentos difíciles ese día a día puede marcar la diferencia. Es algo que observa, a caballo entre el cuerpo técnico y el médico, Jorge Soriano.

En su tercer año tras vuelta al club se confiesa «muy contento con los resultados obtenidos», como no es para menos: «Como dijo hace poco el entrenador en una de las reuniones, el equipo ha subido en nivel táctico, técnico y físico desde que empezamos y hay que estar contentos con los resultados, ya que se ha sido campeones de invierno, que era el objetivo primero». Se ha logrado con la plantilla al completo finalmente: «Este año, y recemos para que siga así, se han tenido las molestias normales de un equipo de élite, y se están muy contentos con la recuperación de Víctor Viciana, que era el objetivo primordial del cuerpo médico: los jugadores han tenido las molestias normales por las cargas del gimnasio, pero se está haciendo un buen trabajo de prevención que hay que continuar».

En cuanto a la faceta personal, Soriano se siente «muy bien, cada vez más a gusto y más involucrado en el club y con muchas ganas de seguir trabajando así de bien y de logar un título, que con el trabajo que se está haciendo…». El fisioterapeuta no ha desmerecido lo anterior, pero nota la diferencia: «Otros años se ha trabajado muy bien, pero este año se están notado la eficiencia». En lo personal lo tiene bien claro: «Para mí es un placer trabajar con Manolo, yo empecé a jugar viéndolo en la pista jugando la Liga, la Champions, y ganando muchos títulos, y tenerlo como el primer entrenador, tras tenerlo yo antes como jugador, es una alegría inmensa porque aprendes cada día de voleibol, de todo lo que dice, de cómo analiza los partidos y cómo se prepara el equipo». En cuanto «al otro vóley», como él lo llama, y es el correspondiente a Guille Carmona, más aprendizaje: «Él me explica todo lo que no sé». Entre los tres, metidos en el día a día, «un buen tridente y adelante».

El doctor José García deja claro que su valoración no pude ser otra cosa que «muy positiva, con algunos percances sin ninguna importancia resultado dentro de cómo se está trabajando». Buen entendedor de lo que es el ‘mundo vóley, resalta una cosa fundamental: «La gente está muy bien en el aspecto físico y anímicamente también, y hay que seguir así porque nos vienen los eventos importantes, como la Copa del Rey, ante el que espero que haya ninguna complicación, y después a acabar la liga, más cansados pero yo creo que con este buen ritmo que llevan, con estos entrenamientos, la alimentación y el descanso, no va a surgir ninguna cosa extraña», espera: «Son un grupo humano muy bueno, me gusta, me quedo con él de entre los últimos años, que han sido buenos, pero ahora hay una armonía muy grande entre todos y se traduce a la hora de jugar los partidos».