A por todas el viernes

Dura autocrítica de Lorente, que aplaza su cumpleaños

El colocador pospone la celebración por sus 21 años, que cumple este jueves, hasta después del quinto partido de la final frente a Teruel: "Hay muchos momentos buenos de la temporada para rescatar, tirar del espíritu que no hemos sacado y del buen juego"


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El día 2 de mayo, menuda fecha, Rubén Lorente alcanzará los 21 años de edad, lo que no piensa celebrar hasta dentro de dos semanas. No se resigna a que la final se acabe así, sin que Unicaja Almería se haya parecido al de apenas dos fines de semana antes, en la semifinal: “Vamos a empezar por lo que tenemos que pensar, que es en el viernes, desde ya, desde el primer entrenamiento, con mentalidad, con agresividad, con el espíritu y el fuego que tenemos que sacar, y el viernes esto es nuestro, tiene que ser nuestro”. El jovencísimo colocador recuerda que ahora ese factor cancha es ahorrador para igualar la eliminatoria: “Es una realidad irrebatible que los partidos que hemos tenido en Los Planos no hemos estado a la altura, no hay que darle más vueltas, es una verdad como un templo, y a partir de la autocrítica tenemos que tener la cabeza alta y echarle ‘un par’ a la cosa, demostrar que ahora vamos a estar en nuestra casa y hacer lo mismo que ellos nos han hecho, anularlos”.

Rubén Lorente lo tiene muy claro: “Todo pasa por nosotros, somos nosotros los que marcamos el sino de la final”. Y es que Unicaja no ha sido Unicaja, una vez más, en el mismo escenario en el que se ‘autoanula’ todo lo bueno que tiene: “De ninguna de las maneras, independientemente de cómo fuese el resultado, no iba a ser un camino de rosas; es una final contra un gran equipo y tenemos que demostrar que somos también un gran equipo, que es lo que en estos dos partidos, haciendo autocrítica, no hemos hecho; no hemos demostrado nada de lo que somos ni hemos jugado ni cerca del mínimo de la altura que exigía la situación, con lo cual ahora tenemos que cambiar el chip, hay que tener el momento de luto, de sufrimiento, de estar jodidos por nosotros, porque es algo normal y malo sería que no lo tuviésemos, pero tenemos que a partir de ya cambiar y tener la mentalidad de que tenemos que morir en cada jugada, tenemos que ser nosotros mismos, que no lo hemos sido”.

En definitiva, apela a “tener la frialdad de saber recomponernos y de tirar a muerte, que esto no se ha acabado todavía”. Madurez sobre todo lo demás, sin olvidar el talento natural que tiene para el voleibol, maneja su juventud con descaro y con la ambición de los grandes campeones: “No puedo hablar por los demás, pero sí por mí y ahora mismo estoy dolido, estoy muy jodido, la verdad es que es una sensación muy fea el recordar los dos partidos que hemos tenido allí, y ver que la dinámica ha sido la misma, en la que no hemos jugado en ningún momento, no hemos sabido jugar allí; por los demás no puedo hablar, porque no sé el sentir de cada uno por dentro, pero por fuera se nos ve afectados por cómo han sido las derrotas, pero este viernes tenemos nueva batalla”.

Lorente llama al ‘espíritu de Ibiza’: “Salvando la comparación entre Ibiza y Teruel, ya que son situaciones distintas, me voy a quedar con la comparación del Unicaja que jugó contra Ibiza en ambos partidos allí, incluido el primero, que sí, se perdió, pero siendo guerreros, se luchó a más no poder, y eso es lo que no hemos tenido este fin de semana; podemos empezar mejor o podemos empezar peor, pero hay un momento en el que desconectamos y no sabemos volver; tenemos que cambiar eso y sea como sea tenemos que creérnoslo, tenemos que confiar en nosotros, en el que tenemos a un lado y al otro, y esto lo vamos a sacar como equipo, y es la realidad, tenemos que estar todos juntos y tirar del espíritu que no hemos tirado, y del juego que seguimos teniendo, porque somos el mismo equipo que ha jugado durante todo el año”.

En ese bagaje hay mucho a lo que aferrarse: “Somos igual que malos que cuando las cosas no han ido bien, perdiendo contra Palma, contra Teruel o Manacor, e igual de bonito que cuando ganamos la Copa del Rey, cuando nos quedamos campeones de invierno, que cuando acabaos la segunda vuelta con unas buenas sensaciones, e igual de buenos que los dos partidos en casa contra Ibiza, así que hay muchos momentos así para rescatar y ver que de verdad somos un gran equipo, tenerlos en mente y, sobre todo, demostrarlo”. Parece que Unicaja se ha encajonado solo para vivir una situación similar a la del año anterior, pero “es cosa del pasado y fijarse en que el movimiento se demuestra andando y que es ahora o nunca, tres ‘matches ball’ que hay que levantar y el primero es este viernes”. La afición lo sabe: “Será con nuestro público, con nuestra gente, a la que queremos darle el premio de un gran partido, tanto a los que fueron a Teruel como a los que nos vieron por el streaming, recompensarles a ellos y a nosotros mismos demostrarnos lo que somos capaces”.

Sobre las bajas, tirar para adelante: “No hay que tratar de enmascarar lo que no es, somos los que estamos y estamos los que somos, no hay otra, y se nota, porque es un equipo que como hemos dicho siempre, es de mucho nivel en el supuesto equipo A y el supuesto equipo B y las bajas y se notan, pero bueno, ahora ya el trabajo de todo el año está hecho y es el momento de echar el resto, de dejarnos el alma, sin dejar de reconocer que es una realidad que nos afecta por ser tres compañeros y del peso e importancia que tienen, dos de ellos capitanes; no hay que pensarlo en negativo, sino simplemente como una situación más que temeos que afrontar para luchar por los partidos”. En ello tendrá mucho peso el Moisés Ruiz: “Hay que llenar de igual manera que se llenó Los Planos, con un ambiente espectacular en la grada allí, porque el púbico suma mucho a nuestro favor y porque tenemos ganas de darle ese premio a la afición por todo el apoyo durante toda la temporada”.

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