El peligro de Barça Vóley está más en la calidad que en el horario

Chema Castellano protagoniza ‘Los lunes… al tajo’

El opuesto del Club Voleibol Unicaja Almería realiza un gran papel en el partido frente a San Sadurniño para demostrar con hechos que de verdad "va a haber momentos para todos en esta increíble plantilla"


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José María Castellano es un hombre de verbo fácil y de enormes cualidades para el voleibol, pero además un extraordinario compañero que no se cansa de sumar. El opuesto tuvo turno en pista este sábado y supo aprovecharlo precisamente por eso. Ha tenido pocas oportunidades, pero las que lleguen las piensa aprovechar al máximo: «En este equipo cualquiera de los que estamos, tanto dentro como fuera, estamos capacitados para jugar y, como dije al principio y he dicho muchas veces, creo que va a haber momentos para todos». Por eso «lo importante es que cuando les toque a los que estamos menos acostumbrados, en este caso yo, por ejemplo, que estemos en ritmo para desenvolverse bien en el partido», añade.

Es palpable que «todos los que estamos fuera tenemos muchas ganas de entrar, y cuando entramos intentamos hacerlo lo mejor posible», prosigue, Suyo fue el cierre del encuentro para desquitarse de dos ocasiones previas en las que no pudo dar frenazo «por las ansias de darlo todo» y se coló bajo la red. Sí que pude corregir en alguna bola antes: «Cada jugador tiene algo que lo diferencia y que le hace sumar al equipo, en mi caso es el salto, y hay balones en los que a priori no van cómodos o yo entro un poquito antes, tenemos la capacidad todos los jugadores que hay en la plantilla de poder cambiar y arreglar todo tipo de balones o el error propio». Ese fue precisamente un objetivo parcial logrado y que le hace sentirse satisfecho.

Su porcentaje de acierto se fue a un 57% sobre 23 bolas, con 13 puntos de ataque y solo 3 errores: «En los primeros partidos contra Benfica pequé un poco de error, y yo tengo que ser un jugador que no falle mucho, así que el principal objetivo mío de este partido fue ese, que si la pelota no iba buena, jugarla con la peor intención posible para el equipo rival pero sin cometer error; al final hice 3, pero conforme va avanzando el partido te vas calentando, quieres forzar un poquito más, con esa mentalidad de querer errar lo menos posible y que seas tú el que tiene el control del juego y que el juego el que te controle a ti». Al final «salieron buenos números y contento, pero seguiré trabajando para no bajar de ahí y mejorar», ambiciona.

El caso es llegar el lunes y saber que se tienen las mismas oportunidades que los demás: «Aquí está claro, lo hemos dicho muchas veces, que somos un equipo que tiene un banquillo increíble y el trabajo de la semana se lo pone difícil a Manolo porque realmente decidir los seis que van a salir al campo es muy complicado; yo creo que muchas veces en una semana estamos todos muy parejos». Ello es así ni más ni menos porque «todas las semanas son objetivos nuevos, retos nuevos y aquí se viene a trabajar desde el lunes muy fuerte de cara al fin de semana, y el que pueda jugar, que juegue, y el que no, puede entrar en cualquier momento». Es la competitividad interna tantas veces comentada pero definitoria de este grupo.

Después están distintas puestas en escena, como este sábado ante Intasa: «Estos partidos muchas veces engañan porque el rival que tienes en frente no está en la parte de arriba, pero no hay que subestimar a ningún equipo; Sansa si está en la Superliga es porque se lo merece, todos los que están se lo merecen y se lo han trabajado y tienen méritos suficientes para estar aquí». La trayectoria gallega se ha visto ya, «consiguieron ganar a Soria, han jugado bastante bien y es un equipo que en cualquier momento te puede sorprender, tienen jugadores que han estado en Superliga muchos años y ellos juegan con su energía, con su ánimo». El primer set Unicaja jugó a un ritmo inalcanzable, pero los siguientes «presionaron bien».

Es una tónica general, porque ya se vivió en Manacor y este fin de semana justo ese partido de los verdes en la isla tuvo réplica muy similar para Teruel: «No hay ni un rival al que te puedas relajar nada o ir a menos del 100%, porque te puede dar la vuelta al partido y arruinarte esa tarde». Es evidente que su aplicación contra el Barça Vóley está muy clara, un equipo que encanta a Castellano: «El año pasado se metieron en Copa por grandes méritos y a punto estuvieron de eliminarnos, y lo que parece que les sucede este año es que están teniendo bastantes problemas de instalación y entrenamientos, sin poder llevar el ritmo que seguramente a ellos les gustaría de intensidad y trabajo». Uno a uno, «los jugadores son de grandísima calidad, conozco a la mayoría, y el entrenador es un grandísimo entrenador».

Por eso el opuesto sentencia que «cuando coja ritmo de competición Barça Vóley es un equipo que en cualquier momento puede enganchar una racha positiva». Los cambios para la cita, además, no deben afectar: «Lo que puede alterarnos un poco es el viaje, porque vamos el sábado en lugar del viernes, porque por el horario, no; estamos acostumbrados a entrenar por la mañana, en la que tenemos bastante carga, y no creo que sea un hándicap que marque la diferencia en el partido; yo he estado jugando en Sevilla tres años por la mañana y al final lo que diferencia es el trabajo que hayas acumulado durante la semana; hay que entrar rápido en juego».

Los primeros puestos de la tabla «todavía no están definidos» y a Chema no se le pasa por la cabeza la relajación: «Nosotros hemos tenido la ventaja de que a priori los rivales más fuertes que podemos tener han venido aquí, Palma, Teruel, ahora nos visita Ibiza, y hemos sacado partido fuera difíciles como Soria; lo importante es que los equipos que estamos arriba no podemos ceder muchos puntos y vamos a ver si conseguimos mantener la racha que tenemos en casa, e intentar ganar lo que podamos fuera ya sea con tres o dos puntos». El objetivo es acabar invictos la primera vuelta, con recompensa de cara a Copa: «La primera y la segunda plazas son ventajosas por jugar un partido menos, que este año puede ser una clave».