Sin miedo al Imbroda

La cuenta atrás de Javi Monfort comienza en Melilla

El receptor valenciano destila ambición, “con unas ganas terribles de ganar títulos” y en plena progresión: “Cada vez me encuentro mejor y creo que voy a llegar a la Copa del Rey en un nivel realmente alto”


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Repite, ya en la vuelta, lo que dijo en la ida: no quería más vacaciones porque se había quedado con ganas de más voleibol, ese deporte que fluye con sus venas y que circula con la bravura competitiva que le hace desear títulos. Javier Monfort, por ello, ha sabido aprovechar perfectamente la desconexión, “muy bien”, dice, ya que “siempre es positivo ir a tu casa a ver a tu familia y a tus amigos”. De Valencia regresa “con las pilas bien cargadas”, retomando su progresión donde la dejó, y la dejó muy alta: “Percibo que voy de menos a más; sabía que iba a costar arrancar este año porque el año pasado tuve la lesión y falta de entrenamientos, no año en blanco pero sí medio en blanco, y lo sabía”.

Esa última parte es clave, porque conocer las dificultades ayuda a que las virtudes actúen al respecto, perseverante y ambicioso: “Pieza clave del equipo no lo sé, pero sí que lo importante es tener un rendimiento progresivo y que creo que cada vez me veo mejor, que voy a llegar a la Copa del Rey a un nivel alto y que espero poder ayudar al equipo, cuando más pueda aportar al equipo, mucho mejor”. Los rivales están advertidos: “Estoy cogiendo confianza y considero que estoy en el camino”. Lo dejado atrás sirve para un presente que ya es decisivo: “Estamos en el ecuador de la temporada, los equipos ya tienen que empezar a decir lo que van a hacer, ahora es el momento de demostrar qué clase de equipo es Unicaja”.

Sí, mirada atrás para “a partir de ahora aplicar lo aprendido de los partidos contra Teruel y Palma, perdidos por 2-3, de darle la vuelta y de dar las alegrías que tanto ansía la afición”. Pero no solo los verdes de la grada las quieren, sino los de pista: “También nosotros, que anímicamente necesitamos ganar títulos, y ganar a Teruel y a Palma; yo desde luego tengo unas ganas terribles de ganar títulos y que sea ya”. Es su modo de expresar que vivo solo para el vóley y para Unicaja: “No sé si he hecho la cuenta atrás, pero sí que he mirado los partidos que quedan, y por ejemplo tengo ganas de ir a Teruel, porque es un pabellón difícil de jugar en él pero me lo conozco muy bien, y aquí se nos quedó la miel en los labios”.

A Javi Monfort la competitividad le hace desear siempre rivales del máximo nivel: “Tengo ganas de volver a jugar con ellos, y tengo la confianza de que el resultado sea diferente, ya que el equipo está mucho mejor, y además el año pasado fui con Melilla, con una calidad muy inferior a Almería, y ganamos 3-0, porque la verdad es que yo me extramotivado allí”. Igual le sucede en la ciudad autónoma, a la que toca visitar este sábado: “El Imbroda es un pabellón que se me da bien, porque además de haber jugado allí, también gané la Copa Principie con Castellón y fui elegido mejor jugador; y de local con Melilla, incluso sin entrenar, jugaba bastante cómodo; no es demasiado hostil como pueden ser Mediterráneo, Soria, Teruel…”.

Las vacaciones están asimiladas y cuerpo y mente están ‘en su sitio’: “Para volver a dar lo mejor de mí han venido muy bien; ya tenía ganas de volver a entrenar, y aunque tenía ganas de ver a mi familia tampoco quería más días, porque al final cuesta mucho volver a coger la forma; estas últimas semanas estoy entrenando a un nivel más alto que al principio y no quiero perder esas condiciones, e incluso la rutina a veces se echa de menos”. Por ello, su vuelta es con “muchas más ganas y feliz”, por la familia carnal y por la deportiva: “Ahora, estar con mi segunda familia, que son los compañeros; tenía ganas de verlos, de entrenar con ellos y de luchar todos juntos por nuestro primer objetivo, que es la Copa del Rey”.

En esas vacaciones familiares por Valencia, como era de esperar, “alguna broma ha habido” con su hermano Vicente, colocador de Melilla respeto del partido del sábado, incluso con un 2 contra 1 incluido: “También estuvo el central brasileño de Melilla, Mario, en mi casa, y los dos se unieron y alguna broma me hicieron de que este sábado me iban a bloquear y que tal, pero bueno, ya en el primer partido de liga también pasó lo mismo, pero llega el partido y esas bromas se aparcan, son otros contrincantes más, y a intentar ganar y tomarlo con la seriedad que merece”. Parte de la base de que “todos los equipos son peligrosos y no se puede producir la relajación con ninguno”, pero es rotundo: “Yo no les tengo miedo en su casa”.

Así de fuerte viajará Javier a la que fue su ‘guarida’ la temporada pasada: “Ya he dicho que es un pabellón en el que se me da bien jugar, tengo ganas de ir, y al nivel que estamos entrenando y las navidades que hemos sacrificado trabajando, creo que todo esto va a dar sus frutos, y nos merecemos ganar; el trabajo se verá y va a ir bien, no tengo ningún miedo”. Sobre la primera vuelta melillense, no se ve sorprendido: “Es una posición que se esperaba, quizá un poco más arriba, pero con el equipo que han conformado toda la gente del vóley esperaba más o menos esa posición; pueden hacerlo mejor, pero también peor; supongo que para ellos ha sido un varapalo no haber entrado en la Copa y entiendo que es un fracaso”.